domingo, 26 de abril de 2015

Para entender cómo puede ser la semiótica una herramienta de comunicación interna, es importante conocer algunos conceptos...

Parafraseando a Sampieri y otros (2008) sugieren que la ejecución de las bases de diversas teorías y conceptos relevantes de la investigación, radica en dar un enfoque coordinado y coherente que pueda integrar la investigación en un ámbito donde cobre sentido el objeto de estudio. Las consideraciones y el carácter teórico-práctico del proceso de conocimiento, son la base teórica en un conjunto de conocimientos, con el objeto de ofrecer una conceptualización adecuada de los términos utilizados. (p. 47)

El desarrollo teórico de la investigación, tiene como base principal a la semiótica como teoría base, tal como lo explica González (2012) “es un conjunto de operaciones capaces de intervenir en los procesos de significación en una organización, para intentar establecer así, algunas posibles aplicaciones” (p. 7), lo que quiere decir, que tiene que comprender aspectos que no se relacionan directamente con la semiótica, sino con el estudio y análisis de aspectos relacionados a los procesos de comunicación interna.

            Integrar a la semiótica como una metodología competente para hacer valoraciones, significaciones, sentidos, resulta una contribución metodológica concreta e importante, al momento de pensar en investigaciones en comunicación interna. La presente investigación, va sobre los procesos de comunicación interna dentro de las organizaciones, buscando aportar una nueva visión sobre la semiótica, en lo concerniente a su entendimiento, explicación, interpretación e investigación; así como la creación de una alternativa metodológica rigurosa.

1.- Comunicación:


            La comunicación es primordial para todo individuo que vive en comunidad o labora en una organización y siente la necesidad de expresar algún sentimiento, ya sea inherente a su puesto de trabajo o interpersonal; en este sentido, para las organizaciones también es imprescindible la comunicación, ya que debe hacer que su público interno esté alineado a los objetivos organizacionales y cómo pueden ayudar a lograrlos.


            La comunicación va más allá de lo que significa su proceso del emisor y receptor por medio de un canal, comprende el sistema cultural de las personas y sus respuestas frente a los estímulos que reciben. Brandolini y otros (2008), indica que la comunicación es:

El proceso a través del cual se le otorga sentido a la realidad. Comprende desde la etapa en el que los mensajes fueron emitidos y recibidos, hasta que alcanzaron a ser comprendidos y reinterpretados desde el punto de vista de la recepción. (p. 9)


            Lo descrito por la autora quiere decir, que la comunicación es un proceso mediante el cual se emite un mensaje a un receptor, y da una respuesta o retroalimentación desde su punto de vista. En el modelo de comunicación intervienen diferentes elementos, tales como: emisor, receptor, canal, mensaje, respuesta, ruido, barreras, entre otros, representados por la figura 1.

Figura 1
Proceso de Comunicación

Fuente: Rossato (2013)

1.1.- Emisor


            Lo explicado por Pérez (2009) “el emisor tiene la función de codificador, ya que debe tener la capacidad de constituir el mensaje de tal forma que el receptor lo pueda decodificar” (p. 32), también debe operar sólo con un mismo sistema de lenguaje entendible y que en sí mismo se compone en un canal de información. A parte del lenguaje, el emisor debe estar en la capacidad de poner su mensaje en un canal que sea del acceso del receptor, perceptor y observador, sin estas dos características (lenguaje común y canal de comunicación) no existe un emisor.

1.2.- Receptor


            Es quien decodifica un mensaje recibido por un canal de parte del emisor, el cual da retroalimentación de la información recibida. Es aquella persona a quien va dirigida la comunicación, el cual, usa un proceso inverso al del emisor, ya que descifra e interpreta los signos utilizados por el emisor; es decir, descodifica el mensaje que recibe del emisor.

Lo explicado por Planas (2011), “el receptor es todo sujeto con capacidad de recibir (de ahí receptor) e interpretar un mensaje, sea de cualquier índole el mensaje y código” (p. 56), el cual puede ser empleado para su materialización y los canales elegidos para su transporte; lo importante dentro de la comunicación es que el emisor y el receptor usen el mismo código.

1.3.- Mensaje


            Es el objeto de la comunicación, según Concha (2006), el mensaje “está definido como la información que el emisor envía al receptor a través de un canal determinado o medio de comunicación (…) para transmitir un mensaje” (p. 71); lo que quiere decir, que el mensaje es un conjunto de caracteres que se transfieren entre un emisor y un receptor como un fin.

1.4.- Canal


            En los términos comunicacionales, el canal se refiere al medio por el cual se transmiten las señales que contienen la información (mensaje), las cuales pretenden ser intercambiadas entre un emisor y receptor. Los canales pueden ser personales o masivos: los personales son aquellos en donde la comunicación es directa (voz a voz), puede ser entre dos o varios, mientras que los canales masivos pueden ser escrito, radial, televisivo e informático.

Por su parte, Galindo (2008) indica que el canal “es el medio de transmisión por el que viajan las señales portadoras de la información emisor y receptor” (p. 55) los canales son definidos por varios campos de aplicación: telecomunicación, electricidad, entre otros; en éste caso, el canal es el medio por el que se transmite una información.

1.5.- Codificación y Decodificación
           
Parafraseando lo mencionando por Rojas (2008), la codificación se refiere al proceso en el que el emisor convierte el mensaje en signos que puedan ser recibidos y entendidos por el receptor, mientras que la decodificación es cuando el receptor convierte los signos que le llegan, en un mensaje; de esta manera los signos son asociados a las ideas que el emisor trató de comunicar. (s. p)


Figura 2
Codificación / Decodificación

Fuente: Rossato (2013)

 

1.6.- Ruido


            Es todo elemento, físico o psíquico, que provoca una pérdida o distorsión en el contenido o forma del mensaje, como por ejemplo: fatiga del emisor, ambigüedad, opacidad del canal, debilidad de la señal, mala comprensión o posesión del código, distracción, locura, prejuicios, entre muchos otros, tal como lo muestra la figura 3, el ruido tiene que ver con todo lo que modifica el mensaje que llega al recepto. Según lo dicho por Concha (2006), “el ruido es toda señal no deseada que se mezcla con la señal útil que se quiere transmitir” (p. 12).


Figura 3
Ruido en la Comunicación

Fuente: Rossato (2013)

2.- Comunicación Interna:


            Todas las organizaciones han sido creadas sobre la base de la comunicación, la cual se manifiesta como elemento integrador de cualquier actividad humana. FEAPS en un movimiento español asociativo abierto a la ciudadanía que defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y de sus familias, y ha creado una revista, donde define la comunicación interna y amplía todo lo concerniente a la misma. FEAPS (2012) define la comunicación interna, como:

Un fenómeno que ocurre en todas las organizaciones, ya sea de forma natural o intencionada. Se trata de un conjunto de pautas que determinan la relación entre todas las personas y grupos que componen las organizaciones (…). La comunicación interna está relacionada con todo lo que “se cuece” dentro de la organización. (p. 19)

            Del concepto mencionado, se puede decir, que la comunicación interna es el proceso de intercambiar información dentro de una organización, sin importar el nivel jerárquico, pero resaltando que el principal receptor es el trabajador. La comunicación interna es un proceso esencial que permite mantener interrelacionada e integrada a la empresa, la misma debe tener carácter transversal, es decir, implica a todos los componentes del negocio en todos los procesos internos de gestión y a todos los niveles.

Figura 4
Comunicación Interna en cualquier entorno: Hogar o industria

Fuente: Rossato (2013)

            Tal como se observa en la figura 4, la comunicación interna puede existir en cualquier entorno, ya sea en el hogar o en una empresa; dentro de una organización la comunicación interna debe fluir por todos los niveles organizativos, asegurando la participación de todos, y la respuesta a los mensajes que intenta transmitir, es decir, se debe mantener la transversalidad; éste tipo de comunicación considera en primer lugar al público interno, para unificar significados, proporcionar claridad y sentido de trabajo, generando a su vez, pertenencia y preparando a cada empleado como un vocero de la organización a la cual pertenece.

            En el mismo orden de ideas, Andrade (2005) define la comunicación interna como

“el conjunto de actividades efectuadas por cualquier organización para la creación y mantenimiento de buenas relaciones con y entre sus miembros, a través del uso de diferentes medios de comunicación, que los mantengan informados, integrados y motivados para contribuir con su trabajo al logro de los objetivos organizacionales” (p. 32)

            Por lo que se puede decir, que la comunicación interna es una función estratégica, ya que se ha convertido en una competencia esencial en la gestión de las empresas. La comunicación interna en una empresa, tiene que ver con la circulación de información ascendente, descendente y lateral, mediante reuniones presenciales o el uso de soportes analógicos y digitales, dirigida a los componentes de una organización.

2.1.- Rol del Comunicador Interno


            Parafraseando lo explicado por Brandolini y otros (2008) el rol de un comunicador interno es desarrollar estrategias integrales, y detectar oportunidades en la comunicación entre los miembros de una organización, las áreas y entre los diferentes niveles de mando, para ello se ponen en marcha cuatro pasos fundamentales: el diagnóstico, la planificación, la ejecución del plan y su seguimiento. (p. 23)

            Las realidades de las organizaciones se encuentran en procesos de cambio continuo, y el plan debe ajustarse a las modificaciones, es por ello que el comunicador interno también debe poseer ciertas características y competencias por el rol que desempeña, tales como:

  • Habilidad para crear relaciones efectivas (que inspiren confianza y respeto), tener una visión holística de la organización, y gestionar la comunicación de manera transversal.
  • Saber identificar líderes y facilitadores de la comunicación entre los miembros de la organización, saber escuchar, innovador, creativo, intuición.
  • Habilidad para interpretar la realidad, oratoria, redacción, para formar a otros comunicadores, perfil de líder, competencia a nivel gestión de la organización, es decir, debe conocer la realidad de la empresa, sus productos, entre otros.

            Las estrategias que el comunicador interno desarrolla responden a un doble sentido: uno en función del desarrollo y optimización de los canales de la comunicación interna, y el otro a fin de promover un cambio cultural a largo plazo; labor que logrará cumplir haciendo uso de sus competencias y habilidades.

2.2.- Signos


            Los signos existen en todo lugar donde se dé la relación triádica: signo, significado e interpretante; los signos son transmisores de información, y la misma no necesariamente es gestionada por el personal, sino que suelen vivir a la deriva de su propia naturaleza y sus propios procesos.

            Para Saussure, mencionado por Eco (2011) “el signo es la unión de un significado y un significante, y por ello, (…) quedarían excluidos de este campo muchos fenómenos que actualmente se llaman “semióticos” o son de su competencia” (p. 19). Dicha definición, relaciona el concepto de signos como una relación de significados y significantes generados por necesidades en las organizaciones o personales, excluyendo fenómenos que no tengan relación con signos sino como señales.

            Lo dicho por Ibid. (2011), el signo es una representación gráfica con la que puede emitirse un mensaje, y para que ése proceso exista deben estar presentes tres elementos formales de la tríada a modo de soportes y relacionados entre sí:

1)    El representamen: es lo que se denomina el signo como elemento inicial de toda semiosis, es la representación de algo. Es el signo en sí mismo, es una realidad teórica y mental, el cual no debe considerarse como un objeto.

2)    El interpretante: tiene que ver con la idea del representamen, es lo que produce en la mente de la persona; tiene que ver con el pensamiento del receptor.

3)    El objeto: es aquello a lo que alude el representamen, es el objeto de la denotación formal del signo en relación con los otros componentes del mismo. (p. 19)

            Por su parte, Concha (2006), define el signo como “una díada, es decir, un compuesto de dos elementos íntimamente conexos entre sí: la representación sensorial de algo (el significante) y su concepto (el significado), ambas cosas asociadas en nuestra mente”. (p. 101); lo mencionado por el autor refleja que el signo es la representación de algo con un significado, y ambos generan el concepto.

2.3.- Símbolo


            Es la representación visible de una idea, con atributos asociados por una convención socialmente aceptada, también se conoce como que es un signo sin semejanza ni contigüidad, que solamente posee un vínculo convencional entre su significante y su denotado, además de una clase intencional para su designado. Los símbolos son pictografías con significado propio, muchos grupos tienen símbolos que los representan.

            La diferencia de los signos con los símbolos, es que los signos pueden ser comprendidos por los seres humanos y animales, mientras que los símbolos solo son comprendidos por humanos, otro aspecto, es que los signos son específicos, los símbolos en cambio poseen un significado más amplio. Eco (2011), indica que Saussure emplea la palabra símbolo para

Designar al signo lingüístico, o más exactamente lo que nosotros llamamos el significante. Hay inconvenientes para admitirlo, debido a nuestro primer principio [lo arbitrario del signo]. Lo característico del símbolo es no ser nunca completamente arbitrario; no está vacío, hay un rudimento de lazo natural entre significante y significado. El símbolo de la justicia, la balanza, podría ser reemplazado por cualquier otro, por un carro, por ejemplo. (p. 105)

            Lo que quiere decir que el signo es completamente arbitrario o inmotivado (no tiene ningún vínculo natural con la realidad), aunque ambos, signo y símbolo, comparten la convencionalidad, y ésta se ubica en diferente gradación. Guiraud (1997) y otros semiólogos, también se suman a Saussure en concebir que el símbolo «representa» una cosa en virtud de una correspondencia analógica, por el reconocimiento de su naturaleza icónica.

3.- Semiótica


La creación de la semiótica moderna se le adjudica a Charles Sanders Peirce, perspectiva que, aunque propone el abordaje de los signos, establece algunas diferencias epistemológicas de base con la semiología, identificándose a la corriente francesa iniciada principalmente por Saussure, pero en la definición de Peirce, es incluido en el dominio de la semiótica unos fenómenos que en el ámbito de Saussure quedarían excluidos y con ello resuelve una objeción que se ha formulado con frecuencia a la aventura semiótica, por lo que puede concluirse que la perspectiva de Peirce es más amplia que la de Saussure.

            Magariños (2008) indica que la semiótica se constituye como una herramienta que “proporciona un enfoque y un conjunto de instrumentos que la sitúan como un método preciso y eficaz para explicar el proceso de producción, comunicación y transformación del significado” (p. 233), lo que quiere decir que es una forma de comunicarse de forma efectiva.

Figura 5
Definición de Semiótica

Fuente: Rossato (2013)

Dicha representación, se basa en el concepto de signo como unión de un significante con un significado, desde el momento en que incluso los síntomas tienen características idénticas al signo de Saussure. Luego de la comparación de conceptos de Pierce y Saussure, Eco (2011) indica que la semiótica:

“(…) perfila aquella entidad oscura que es el <<sentido>> no ha de inducir a confundirla con la semántica, que tradicionalmente se ocupa (o finge ocuparse) del sentido o del <<significado>>. La semiótica debe abarcar también aquellos procesos que, sin incluir directamente el significado, permiten su circulación.” (p. 22)


De la comparación realizada por el autor, la semiótica puede decirse que es el estudio de todos los procesos culturales como procesos de comunicación, que tiende a demostrar que bajo los procesos culturales hay sistemas; la dialéctica entre sistema y proceso afirma la dialéctica entre código y mensaje, incluye la relación entre los sistemas y proceso, por lo que se puede asemejar al proceso comunicacional existente en una organización, a través de signos y símbolos generando vínculos importantes con el personal.

            La semiótica estudia todos los procesos culturales y procesos de comunicación, compuestos por símbolos y signos, donde aún no está claro si en los procesos de comunicación intervienen solamente los signos o éstos están inmersos en los sistemas. Niño (2013) define la semiótica como una “ciencia humana que estudia el origen, formación y razón de ser de los signos y códigos, los símbolos y la comunicación en general en el contexto social y cultural” (p.300).

            De las definiciones antes señaladas de semiótica se puede explicar, que la semiótica se ocupa de signos, sistemas sígnicos, procesos comunicativos, funcionamientos lingüísticos, fundamentales en la transmisión de información en cualquier organización o sistema, con un fin o propósito previamente establecido. Algunos signos y símbolos comunes en la comunicación son los mostrados en la figura 6.

Figura 6
Signos y Símbolos comunes en la comunicación

Fuente: Rossato (2013)

            Lo semiótico yace sobre una problemática comunicacional, atendiendo a lo planteado por muchos enfoques que proponen a la semiótica como un conjunto de prácticas, saberes y operaciones que pueden ser puestas a disposición de otras disciplinas: la comunicación interna en este caso. Es decir, que se considera a la semiótica como una metodología y no como una ciencia, según Magariños (2008) “(…)no dispone de un objeto diferencial que le dé especificidad (…), sino que es un conjunto de conocimientos y operaciones que permiten generar las significaciones” (p.154)

           
            Dentro de las orientaciones peirceanas, Magariños (2008) considera que la semiótica como disciplina, se refiere a la capacidad cognitiva de que dispone la humanidad, como facultad, es decir, la relaciona como un conjunto de conceptos y operaciones, que le permiten a un investigador explicar la significación que adquiere un determinado fenómeno en una sociedad. (p. 162) Desde este punto de vista, la semiótica puede considerarse de manera tal, que permite enfocarse en fenómenos comunicacionales en las organizaciones.

            Los enfoques en comunicación interna, implican procesos complejos, y obligan a enfocarse en una perspectiva no instrumental, abierta y capaz de considerar los contrastes interpretativos, que redundan en la posibilidad de un abordaje de la problemática organizacional en un sentido amplio; todo esto, permite problematizar a la comunicación en las organizaciones desde una perspectiva de investigación, y no sólo de intervención a nivel utilitarista o de gestión.

3.1.- Semiótica Organizacional

            Teniendo como base que toda realidad existe, se conoce y se comunica mediante el lenguaje, y que la necesidad humana de transformar en materia de signos es inefable (integrarlo como parte de un sistema de signos compartidos), es importante para la estructuración simbólica lo ya existente. Éste carácter germinal del signo en la configuración de la experiencia humana del mundo es también extendida al ámbito organizacional.

            Por lo que resulta comprensible, catalogar a la organización como una compleja suma de espacios simbólicos comunes al entorno psíquico, donde se crean nuevos significados entre y para los miembros de dicho entorno, dicho de otra forma, tiene que ver con una red comunicativa donde se gestan imaginarios sociales indispensables en la consolidación de la cultura y la identidad corporativa. Oropeza y otros (2008) explica que una semiótica organizacional,

(…) se podría emplazar como una perspectiva conceptual y metodológica que habilitará la teorización, comprensión y trabajo de campo organizacional (…) entender a la empresa desde la perspectiva del sentido, es decir, desde la articulación de discursos pragmática y semánticamente orientados, acercaría al investigador a una nueva orientación conceptual para la comprensión de la dimensión humana de las organizaciones en un entorno complejo (p. 48)

            Lo que quiere decir que, las empresas ya se están orientando a la complejidad, es decir, a usar medios para comunicarse más allá de los tradicionales, haciendo que las investigaciones (de cualquier problemática) puedan entenderse mejor, teniendo presente la complejidad de las organizaciones.

            Percibir a la organización como una realidad simbólica, sustentada y cimentada en el lenguaje, exige al investigador disipar los límites disciplinares y extender sus horizontes imperativos; surgiendo la necesidad de caracterizar los signos y los procesos de significación corporativa dentro de lo que puede denominarse semiótica organizacional. Llanos y otros (2011) expresa que la semiótica organizacional

Nace de la aplicación de los constructos semióticos sobre la creación, transformación y actualización de signos corporativos, y su representación simbólica como parte de los procesos comunicativos que tienen lugar entre sus públicos (internos y externos). (…). La semiótica organizacional tiene que ver, con el acercamiento a procesos de semiosis en cualquier tipo de agrupación, que tenga estructuras propias para establecer comunicaciones mediante sistemas sígnicos, y cuya representación demande una interpretación materializada en la imagen que evoca y recrea la sociedad de ésta. (p. 13)


            Lo explicado por el autor, tiene que ver con el sentido que tiene la organización, percibiendo si el sistema de signos que la componen, ayuda o no a las relaciones comunicativas y puede servir de base a la cultura. De ahí la importancia que tiene para la organización lograr una buena imagen en su público, pues éste es quien hace una representación mental o imaginaria de ella, más allá de la materialidad de sus edificaciones o de su presencia física en el mercado. La semiótica organizacional cada vez adquiere más relevancia, Ibid. (2011) indica que ésta “busca comprender que la organización como creación humana, es en sí misma un signo” (p. 6)

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